Hoy os presento http://www.shoplogue.com/, donde podréis encontrar algunas tiendas con artículos de nieve (y muchas cosas más).

Si te gusta la prueba reina del esquí alpino, intenta ver la película "Life on the edge". Aquí tienes el trailer:
Lo de las capas de la parte superior, ya me imaginaba cómo iría. Puedo ir mucho más cerrado de cuello sin pasar calor, cambiando lo que llevo debajo en función del tiempo que hace. La chaqueta la he probado bajo la intensa nevada de Barcelona y en condiciones de buen día con más o menos frío. De momento, las primeras impresiones son muy buenas. A nivel de bolsillos, tres exteriores y tres interiores que cubren cualquier necesidad. No lleva powder skirt.
En cuanto a los pantalones, son una maravilla, elásticos (son comodísimos) y con aperturas en las piernas, que el otro día en Vall de Núria, con el calor que hacía, me fueron muy bien. A nivel de bolsillos, lleva dos a cada lado, más que suficiente. Un detalle super técnico de este pantalón es la pieza que viene para "montar" un cierre total junto al anorak. Al pantalón se une mediante cremallera y a la chaqueta, por si no es Bergans y no lleva esta cremallera, viene con una parte de la cremallera para coserla a la chaqueta y convertirla en "compatible".En resumen, era algo escéptico pero me he tenido que rendir a la evidencia. El material evoluciona más de lo que uno se imagina.
Este anuncio debe ser de cuando yo empezada. Debe ser por eso que me gusta.
La Grave estaba cerrada, así que el guía nos llevó a Les 2 Alpes. Pillamos un paquetón de escándalo. Si no ibas bien equilibrado sobre los esquís, hacías el submarino como un campeón. La nieve estaba un poco húmeda y se tenía que esquiar con decisión.
El sábado sí que abrieron La Grave y pudimos disfrutar de otro gran día, aunque el fuerte viento que soplaba arriba hizo que no abrieran los arrastres de la Girose y que el teleférico fuera lentísimo.
Las bajadas por el bosque estuvieron muy bien. De vez en cuando, algún que otro tortazo porque se hundía demasiado un esquí y ya no salía.
El domingo llovía a cántaros y decidimos no esquiar y llegar pronto a casa.
Sin duda, es un lugar muy auténtico. Nada que ver con una estación convencional. El hotel Castillan, justo enfrente del teleférico, parece la mejor opción. Es sencillo pero se come bien.
Es un espectáculo las planchas que lleva el personal. 100 mm de patín es la mar de normal. Aunque visto cómo me hundía con mi humilde patín de 85 mm, no me extraña.
Como conclusión, si quiero aguantar el ritmo de estos máquinas, me tengo que poner más en forma. ¡Esta semana empiezo!