El pasado diciembre, un mes antes de cumplir 4 años, nuestro hijo mayor se calzó los esquís por primera vez. Estamos de suerte, pues le encanta y no se le da mal. Ya baja por verdes y azules y, para qué negarlo, se nos cae la baba.
A ver si esta temporada se consolida y, de cara a las próximas, veremos qué enfoque le damos. Si apuntarlo en algún sitio y que esquíe como un loco o seguir como ahora. No sé, primero tendremos que hacer un poco de investigación de lo que ofrece el mercado, porque hay muchos tipos de escuelas o clubs y depende de lo que busques (nosotros pensamos más bien en esquiar mucho y pasarlo bien), te conviene más uno u otro. Me dejo este trabajito para Semana Santa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario