
Ya se han abierto las inscripciones para la 62 edición del Descens Infantil de La Molina, un clásico de clásicos, y nosotros ya hemos hecho la inscripción. El año pasado disfrutamos mucho de la experiencia y toca repetir, así que allí estaremos el primer día del año, participando en 2 y 5 años.
Cuesta levantarse pronto el 1 de enero, y más arrastras a los más pequeños de la casa, pero vale la pena. Es una "carrera" entrañable, con un gran ambiente. Y además, todos se llevan un premio y regalos. No se puede pedir más. Desde aquí, el reconocimiento a todos los que lo hacen posible.

Lo mejor de esta carrera es que descubres que hay gente que supera con creces cualquier cosa que uno pueda hacer relacionada con este deporte. Y es que, por poner uno de los ejemplos que más me llamó la atención el año pasado, hay maxicosis tuneados para poder calzarse unos esquís. ¡Esto sí que es afición!
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