Un espacio mínimo que se recorre en menos de 5' y cuatro stands con cara y ojos. En fin, una pena ver a gente pagar tres euros para asistir a este espectáculo. Quizás los únicos que se han salvado son las tiendas (Ricard Tarré, Iglú , Sasco y General Surfera) que vendían todo lo que podían a buen precio.
Está claro que esto no es una feria de nieve. La verdad es que si esto es lo que nos merecemos, mejor no tener nada. Quizás ya nunca será como aquellos años con un Ski Show con Blanca Fernández Ochoa y Alberto Tomba, que había stands incluso de estaciones americanas (recuerdo preparar un viaje a Aspen y pidiendo consejo a un local de allí) pero de ahí a lo de este año... Vamos, que el esperpento de los último años antes de cerrar le daba cien vueltas.
No sé, muchas cosas tendrían que cambiar, ya que no se me ocurre ningún motivo (fuera del de las tiendas a buen precio) para acudir a una feria como esta donde no vas a ver ninguna novedad, a ningún personaje de la nieve y donde no vas a obtener ningún beneficio ni siquiera en compra de forfaits de las estaciones.
La verdad es que muy cutre, solo merece la pena para quitarse el mono cuando ya hay muchas ganas de empezar la temporada. Aunque bien mirado...ahora aún tengo más. Ya sólo queda un mes..
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