Aunque parezca mentira, el verano es muy buena época para detectar a los locos del esquí. Y es que no hay mayor síntoma que estar en una tienda de esquí en pleno verano. Alguien que piensa en blanco en estos días es realmente de los nuestros. Es infalible.
En mi caso, siempre he aprovechado esta época para renovar material, para suscribirme a revistas, etc. Todo a punto en verano para cuando llegue el frío.
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