En la mejor forma de mi vida

Desde que era pequeño, he tenido la sensación de que me faltaba físico para lo que quería esquiar. Siempre acababa la jornada literalmente planchado, sin fuerzas para nada más. Con veinte años seguíamos igual, con esas esquiadas universitarias en la que empezaba muy bien, acababa arrastrándome por la estación y encima luego salíamos por la noche, por lo que la bola que se iba haciendo cada vez más grande.

Ya con más de treinta, decidí empezar a entrenar un poco. Y las cosas mejoraron, aunque seguía con la sensación de más técnica que físico. Todo siguió igual hasta la temporada 2006/2007. Ese año me tenía que ir una semana a Canadá y temblaba sólo de pensar en que el físico no aguantara, por lo que empecé a entrenar un poco más en serio. Fue un año de muy mala nieve y no pude testear del todo, pero las sensaciones durante y después de cada esquiada eran muy buenas. La semana de Canadá fue muy bien y aguanté bastante bien.

Estaba claro que entrenando un poco en serio, las esquiadas eran mucho más satisfactorias. Pero entrenar no me gustaba, era un peaje para poder esquiar mejor. Era un peaje... hasta este verano, que he empezado a salir en btt en serio y a disfrutar de verdad. Y desde entonces, entreno casi a diario, ya sea pesas, natación, running o bici, hasta el punto de que el día que no puedo, lo echo en falta.

La pena es que no hay buena nieve y que con las clases del Meganeu, las jornadas son muy cortas, pero queda mucho invierno y seguro que llegará el momento para contrastar el estado de forma. Mientras tanto, seguiremos entrenando.