Aún hace calor, pero es un muy buen momento para probar los equipos de nuestros hijos y ver qué van a necesitar. Todavía podemos encontrar gangas y es al principio cuando podremos elegir entre la totalidad de la oferta, ya que las opciones más interesantes en precio suelen desaparecer muy rápidamente. Y, sobretodo cuando son muy pequeños, pensar que pagas más caro porque ha cambiado una serigrafía... Y si están empezando, unos esquís de segunda mano que los ha usado un niño de 4 años, están como nuevos.
Si sólo va a esquiar uno en casa, hay tiendas que ofrecen opciones muy interesantes, como recompra de equipos o alquileres anuales. Sale mucho mejor que comprar y guardar, aunque sólo que haya otro hermano que lo vaya a utilizar, ya no sé si es tan interesante.
El fin de semana pasado estuvimos de pruebas con el mayor, que tiene cuatro años y es el único que de momento esquía y parece ser que todo lo del año pasado le va bien.
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