Es un buen momento de coger el material de esquí que quizás tenemos en un rincón abandonada y revisar que no nos falte de nada, que las suelas y cantos estén en condiciones, que los equipos de los niños todavía les vayan bien, que no es fácil, o que las botas casen con los esquís, que cuando hay mucho material "heredado", puede haber confusiones.
Vamos, que hay que vestir a toda la familia de esquí y tener claro qué es de cada uno. Y si es el caso, acudir a nuestra tienda favorita a pertrecharnos a buen precio, ya que todavía se están sacando de encima cosas del año pasado. Es mucho mejor que llegar el primer fin de semana a pistas y descubrir que las botas no entran, la goma de la máscara está rota o que aquellos guantes no son de la talla. Todavía tenemos tiempo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario